martes, 1 de julio de 2014

Introducción: Crímenes sin Resolver

    
                                              

"No existe crimen perfecto, hay investigaciones imperfectas"


      A lo largo de la historia se han conocido una infinidad de asesinatos y casos sin resolver, muchos de ellos han quedado sumidos en el más profundo y oscuro misterio y han dado lugar a infinidad de leyendas. En este tipo de crímenes el culpable y autor de los mismos no logra ser capturado. Esto puede ser ocasionado por muchas razones: falta de pruebas o ausencia de testigos, falta de recursos de la policía o la incompetencia de los investigadores, mal manejo de los indicios y evidencias, errores en la investigación o incluso la alteración de la escena del crimen...
     Algunos casos son cerrados luego de transcurrir un largo período de tiempo, muchos casos sin resolver permanecen abiertos, pero inactivos, a veces durante décadas, sin lograr encontrar más indicios o pruebas sobre el sospechoso. Otros encuentran solución gracias a nuevas técnicas forenses, avances científicos y técnicos: pruebas de ADN, microscopios, rayos X, reconstrucciones faciales o retratos robot.
     En ocasiones los crímenes sin resolver ejercen gran fascinación en el público, originando hipótesis y teorías en torno a los hechos o a sus posibles autores. Algunos crímenes cuyas investigaciones quedaron suspendidas, y que incluyen también desapariciones de personas o extrañas muertes, son los denominados "Cold Cases" ( casos fríos).
     Delitos tan célebres como el asesinato de la Dalia Negra, el Asesino del Zodíaco, Jack el Destripador, el Asesino del Torso o el Pánico del Tylenol se conocen como crímenes sin resolución, pero siempre queda la posibilidad de que un culpable en última instancia, sea identificado. Incluso crímenes en los que no existen como consecuencia víctimas mortales, como es el caso de D.B.Cooper, responsable del secuestro de un avión junto con un escape en paracaídas.
     
     
     Corría el año 1947, la aspirante a actriz Elizabeth Short, apodada "La Dalia Negra", es encontrada severamente mutilada y con su cuerpo descuartizado. El brutal asesinato nunca es resuelto, pese a que el asesino envió cartas a la policía en las cuales se autodenominaba "El vengador de la Dalia Negra".


     Asesino en serie que acechó el norte de California entre diciembre de 1968 y octubre de 1969. En una carta suya confesó asesinar a 37 víctimas, aunque oficialmente se le atribuyen 7. Pese a los diversos comunicados que envió el Zodiaco y a la cantidad de sospechosos detenidos (el principal fue Arthur Leigh Allen), la identidad del asesino sigue siendo una incógnita.


     Asesino en serie no identificado que cometió varios crímenes en 1888, en el distrito de Whitechapel, en Londres. Jamás fue atrapado; mató a cinco prostitutas pero se le atribuyen más víctimas. A pesar de esto, la policía de Whitechapel considera que no fue solamente una persona la que cometió los atroces asesinatos.


     Mató y desmembró al menos 12 víctimas, de las cuales dejó los cadáveres en la zona de Cleveland, Ohio, en los años 1920. Es también conocido como el Carnicero loco de Kingsbury Run. El caso fue investigado por el legendario Eliot Ness.


     "El asesino del Tylenol" es otro caso paradigmático en la historia policial mundial tanto por el número de víctimas como por la falta de resolución. En la década de los 80 los estadounidenses tenían preferencia por un analgésico sin aspirina que los ayudaba con sus dolores, su nombre era "Tylenol". En el año 1982 la primera víctima murió producto de la ingesta de esta popular cápsula. En ese momento se descubrió que las cajas habían sido adulteradas con cianuro de potasio, transformando el remedio en veneno puro. Siete personas fallecieron a causa de ello. Al día de hoy no se conoce la autoría ni la motivación detrás de este horrendo acto que se cobró tantas víctimas.



     Nueva Orleans, la ciudad del jazz, se vio conmovida a principios del siglo XX por un feroz criminal. Asesinaba a sangre fría con un hacha entrando por la noche a las casas de las víctimas, el responsable nunca es capturado.


       D. B. Cooper es el nombre atribuido a un hombre que secuestró un avión Boeing 727 en los Estados Unidos el 24 de noviembre de 1971, recibió un rescate de 200.000 $ y saltó en paracaídas desde la aeronave.


     Los casos citados anteriormente son de gran conocimiento ante el público en general y los criminólogos de todo el mundo, originaron debates y se reconstruyeron los sucesos en muchas ocasiones, pero otros de igual interés han sido destinados al olvido, como es el caso de los crímenes cometidos por el Phantom Killer...

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